Un piso pequeño, situado en los bajos de una calle de la zona alta de Barcelona. Abierto al exterior solo por un pequeño patio en la parte posterior. Y con la premisa de ser un piso especial, particular en su concepción y en sus materiales. En definitiva, un reto para situar en él todas las piezas necesarias maximizando su confort y funcionalidad.
En gran parte, la distribución era la clave para solucionar las evidentes limitaciones de espacio de esta vivienda. Por esta razón, optamos por conectar las diferentes estancias de acuerdo con la continuidad de volúmenes y materiales. Sala de estar, comedor, cocina, vestidor, suite con baño incorporado, baño de cortesía y recibidor. La conexión de estas piezas por medio de la continuidad de materiales, hizo que los espacios útiles creciesen y cada habitación se hiciera más grande al incorporar parte de la otra. El espacio que queda entre la suite, el vestidor y la cocina, nos sirve de comodín para generar espacio extra en cada una de estas piezas. Cuando estás en una, la otra pasa a formar parte de la primera, generando la sensación de más amplitud. El volumen de madera del techo cumple esta función de conexión entre los espacios.
En nuestro estudio damos mucha importancia al relato que nos aporta el cliente sobre su vida cotidiana, sobre sus maneras de hacer, sobre su forma de habitar y sus preferencias. Nuestros diseños procuran adaptarse a las prácticas de nuestros clientes, solo de este modo, somos capaces de generar espacios con nuestros clientes. Nuestros proyectos de reformas integrales solo se completan con el uso por parte del cliente.